Cada año cuenta, quiérete tal y como eres y deja que la ropa sea un reflejo exterior de tu seguridad y fuerza interior.
Sentirse siempre cómoda con la ropa sin dar la sensación de que se va disfrazada en vez de vestida es una premisa indispensable.
Tendencia.
Debes adquirir prendas de calidad e invertir en piezas que te sean duraderas.
Dentro del vestuario infaltable debes apostar por sencillos diseños de los que no te cansarás nunca y que podrás combinar con otras prendas de tendencia.
Un buen par de zapatos negros, un bolso de firma, una elegante camisa blanca, una blazer o una chaqueta de cuero son un buen comienzo.
Se debe apostar siempre al negro, de la cabeza a los pies o combinado con algún accesorio de color, ningún tono favorece tanto como el negro ni es tan elegante.
Es uno de los tonos más vivos y sensuales; esto, sumado a su versatilidad y facilidad de llevarse en cualquier momento y ocasión, lo convierten en la apuesta más acertada y sofisticada.
Atrévete con el Animal Print, pues fue, es y será tendencia y una vez pasada la veintena se convierte en un motivo recurrente y nada vulgar para incluir en cualquier elección diaria.
Piezas sueltas como blusas, pañuelos o bolsos con otras prendas más relajadas dan un toque diferenciador.
Accesorios diferentes como las boinas, sombreros, estolas de piel y guantes largos.
Y de último pero no menos importante, los labios rojos, una vez cumplidos los 30 rompen esa barrera descontextualizada propia de la juventud y permiten su uso las 24 horas del día.
Para ir a trabajar, para salir a comer e incluso para echar un partido de tenis.
Vive los 30 a tú manera.
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