Hace un tiempo atrás el estilo de vestir era totalmente distinto, no era para nada relevante como lo es hoy día. Partiendo de la propia diseñadora Coco Chanel quien en su momento odiaba la moda y quiso imponer su propio estilo, siendo hoy día una de las grandes diseñadoras del mundo aún después de su muerte.
En la actualidad la comunicación pasó de palabras escritos, señales y gestos para darle paso a la apariencia, la forma en que nos vestimos ha sido una manera de comunicación no verbal donde expresamos gran parte de nuestra personalidad.
Se dice que existen 3 etapas donde se ve más marcada este tipo de comunicación que son: la adolescencia, la juventud y la madurez. En la adolescencia se convierte una búsqueda progresiva de marcar tu propio estilo, en la juventud lo hacemos por la aceptación social, que es más importante como nos ven y que como nos sentimos, mientras que en la madurez se convierte en una necesidad básica.
También sabemos que un porcentaje de personas no guardan esta secuencia, muchas veces vemos jóvenes vestidas como adultos o viceversa. De igual manera ellos transmiten a las personas parte de su personalidad a través de lo que ven, de alguna u otra manera están comunicando. Existe una frase muy común que dice “una imagen vale más que mil palabras” hoy día la hemos adaptado así, la ropa se ha convertido en un medio de comunicación.
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